Para mi nada era bueno, desconfiaba mucho de las personas y sobre todo de mi misma. Siempre estaba diciéndome: Valeria eres una inútil, no sirves para nada, ¿quien te va querer así? Pensé que mi situación nunca iba a cambiar y cosas por el estilo. En conclusión era un desastre en todo.
Imagínate hasta ese extremo llegué, no tenía orgullo, ni respeto por mí misma. Encima mi vocecita interior, que es la todas tenemos, todo el tiempo me estaba desvalorizando, haciéndome recordar que no valía para nada.
Yo me deje alimentar por esos pensamientos negativos por mucho tiempo. Me había sumergido en el círculo vicioso de la pasividad y la Baja Autoestima Había llegado a tal punto que no tenía ningún tipo de motivación, lo único que hacía era trabajar casi todo el día porque necesitaba dinero, dormir y comer… ¡parecía un parasito!
La verdad que no le deseo a nadie que pasé por esa experiencia. No hacía nada por mí, sólo quejarme de mi situación y me acuerdo que mi frase favorita era: Todo lo malo me pasa a mí, ¿Porqué yo? Era buenísima para echarle la culpa a cualquier persona de mi situación con tal de no asumir que algo estaba fallando en mí, no en los demás. Hasta que un día me cansé de vivir así, inconforme, negativa todo el tiempo, sabía que había algo más y que dependía de mí.
Que la vida no era solo trabajar comer, dormir y esperar que las cosas mejoren. Pedí ayuda y estuve dispuesta a dejarme ayudar, fui algunas terapias psicológicas, talleres de motivación y comencé a leer libros de gente de éxito, libros de Autoayuda y de desarrollo personal y que en la actualidad sigo leyendo porque una nunca termina de aprender.
Cuando yo tomé el control de mi mente y de mis pensamientos las cosas cambiaron para mí de forma mágica
Mi entorno y mis amistades cambiaron para bien. Antes era un poco tedioso andar conmigo porque era la negativa del grupo. Ahora las cosas son diferentes yo aliento a mis amigas, las lleno de energía, las inspiro y… Read more…
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